Tengo la esperanza de que una buena idea pase por mi cabeza, pero por ahora, nada. Huir.
Estoy aquí bajo la luna, que está blanca y muy redonda.
Sé que quiero vivir porque ya he pasado lo peor.
Tengo la esperanza de que venga así de pronto, como un ángel que con las alas frena su rápido descenso, igualito que las palomas blancas.
Y mientras, sólo sé que quiero vivir, porque por primera vez en años la noche y la luna y el silencio de los pinos me parecen una bendición y un regalo.
1 comentario:
Me alegra que estes de vuelta por el ciberespacio... y que estes bien. Ya hasta se me habia olvidado que tu blog estaba en mi lista de "blogs i follow".
Saludos desde el sureste!
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