Vamos juntos...

miércoles, 7 de enero de 2009

R u t i n a

Desde el nacimiento hasta la muerte, de lunes a lunes,
de la mañana a la noche,
todas las actividades están rutinizadas y prefabricadas.
Erich Fromm

Es de las pocas veces que escribo con un color de tinta diferente en esta hoja porque me gusta mucho como es el punto de la punta de esta pluma.
Que hay veces en las que lloro porque tengo muchos problemas, o porque no tengo ninguno y lo único que tengo son mis ganas de llorar.
Ningún año hasta el momento ha sido mío en su totalidad; creo que este no será la excepción.
Mi cumple-años llegará en siete días y por eso estoy deprimida, aunque mi mamá diga que la depresión viene desde tres meses antes.
¡Ja! Hoy sigo sin tener lo que quiero y a quien quiero y quien me quiere aún no me tiene y no me tendrá.
Si hoy se le ocurriera venir (después de unos cuatro o cinco años) y me dijera que me ama le diría sin pensarlo que yo también... Que yo también me amo y que soy la persona más feliz o más desdichada del mundo (como guste usted).
A partir de hoy me levantaré más temprano; a las cinco v e i n t i c i n c o de la altísima madrugada, sólo para no llegar tarde y no acarrear más problemas, aunque estos lleguen solos sin que los llames, para siempre estar presentes porque el destino es muy manchado y esta vez me manchó a mi.
De nuevo estaré viajando en metro, en la mañana, en la tarde y en la noche... en la noche no porque tengo que descansar para estar lista a la madrugada siguiente y repetir lo mismo de todos los días.
Cuando estés el en metro entra, ve feo a quien te ve feo o a quien quiera incomodarte, saca los audífonos del celular o del iPod; o de cualquier gadget que traigas hoy. Escucha la música y no mires a nadie que no quieras encontrar mirándote; saca ese libro que tanto te interesa y continúa leyendo, a ver si así comprendes por qué ese "pergamino" sólo puede ser leído por Will cuando sea algo o alguien que no es ahora, para después llegar a la última estación del metro, salir, atorarme en los torniquetes, subir las escaleras y medio matarme, salir nuevamente y soportar chiflidos y miradas lujuriosas de unos idiotas pervertidos. Llegar al paradero y soportar a la señoraodiosa que nunca me quiere dejar subir al microbús; esperar a que el microbús se llene, ahora agárrate de a ver dónde para sacar dinero de la bolsita de cambio, pagarle al chofer y no morir en el intento. Llegar a mi parada, caminar por el puente, voltear para confirmar que soy una paranoica en potencia y que nadie me está siguiendo.
Dar gracias al cielo porque llegué sana y salva a mi casita, preparar la comida, mandar mensaje a mi papá diciendo que ya llegué y que estoy bien, correr como loca por las escaleras para contestar el teléfono, contestar con voz agitada o de plano no contestar y mandar un mensaje diciendo: "No llames, estoy en el baño".
Ver las noticias y darme cuenta de que el mundo cada día está peor y soportar comentarios de la gente diciendo que nuestro país es una mierda.
Llegar a mi cuarto, prender la tele, acostarme en mi cama, poner la alarma a quién sabe que hora, por si las dudas. Encontrar la fuerza de voluntad suficiente para levantarme, prender la computadora y escribir ese famosísimo ensayo (en un idioma que no es el español) sobre un tema misterioso lo suficientemente interesante para que las personas lo lean y para ver alguien se molesta en escuchar.
Llorar porque no se que más hacer, hacer berrinche, calmarme, tomar un baño, espera a que se aclare tu mente, y tomar el valor suficiente para volver a escribir.
Investigar sobre las cosas que sí me gustan y sí me interesan, bajar y prender la luz de afuera, ver tele, escuchar música, esperar a que lleguen, cenar, soportar tu mal o buen humor; escribir un poco más...
Molestarte y decir que me voy a dormir, que fue un día pesado y que ahora sí no llego ni a mi cumpleaños, o tal vez a mi cumpleaños sí. uno o dos días más (para disfrutar los regalos) y después de eso si arrivederci.
Acostarme y fingir estar dormida, llorar en silencio y quedarme dormida para unas cuantas horas después despertar con los ojos hinchadísimos.
Y así repetir la misma rutina hasta mis próximas lejanas vacaciones.
Llorar, llorar, llorar por los cambios que no se han dado, por la comida decembrina que sigue instalada en mi cuerpo y que ja,ja por las malas tendrá que salir... porque después de la travesía recorrida tengo que llegar a hacer un poco de ejercicio.
Porque con el tiempo hay una cana más y luego una cana menos sobre mi cabello.
Esperar a que ocurra un milagro y ganarme la lotería (aunque nunca participe) o volverme millonaria na'más porque yo digo.
Intentar concientizar a la gente para que cuide a la Tierra; abrazar al mundo a través de un árbol.
Practicar magia, leer el Tarot, leer mi horóscopo y reírme porque hace más de mucho tiempo que no creo en él.
Dormir hasta tarde esperando a quién o a qué. Pensar en ti, en tú y en todos los demás.
Soñar mientras duermo un poco y otro poco mientras estoy despierta.
Mis pies que seguirán estando fríos... levantarme al baño a tantísimas horas de la madrugada.
Levantándome de mal humor rezo para que este día no sea tan desastroso, esperando el fin de semana con infinita ansiedad.
Llegar al maldito lunes y comenzar todo de nuevo.
Visitar a mi mamá porque fue su cumpleaños, nadar y dormir un poco.
Mañana estaré cansada y no es para menos; hoy fue un día muy pesado.
¿Lo ves?, me estoy pareciendo a ti... y eso que tengo unos mil años menos.
Yo ya no quiero hacer nada porque el todo es nada y ahora quiero hacer todo.
Ya vinieron a molestar otra vez; no se marchan.
Okey ya me ocupé.
Ahora sí todo se acaba
¡cómo no!
FIN
©Tania Manriquez

martes, 6 de enero de 2009

Hablando de las cosas simples o no tan simples de la vida

Así sólo porque sí.
Porque me está doliendo el alma como nunca y cuando me duele el alma como nunca escribo mejor; aunque solo sean palabras acomodadas en forma de frustración.
Porque me duermo a altas horas de la madrugada sin poder aclarar mis pensamientos.
Porque según mis horas son las 12:45 p.m. o 12:47... quién sabe...
Porque tengo sueños fumados y todos me consideran una loca... que también es pacheca.
Porque aún sigo sin vivir en Italia o en Coyoacán... porque el trabajo que quiero no existe.
Ayer lloré demasiado por una situacion tal vez muy absurda... o tal vez no. Porque no me gusta el lugar en donde estoy y porque sigo siendo una adicta a la máquina computadora...
Soy lo que soy y todos siguen sin saberme y sin ser lo que saben que soy...
Porque a veces lo extraño y los extraño aunque ninguno de los dos lo sepa... y porque sigo pensando en él cuando lo olvido, pero ahora si sólo en uno de los dos... o de los tres.
Porque a ella también la extraño, sin embargo pienso que es mejor su partida y que se haya ido lejos... auqnue pueda llegar hasta ahí tomando un camión.
Porque con los años se me va quitando el espíritu navideño y las ganas de decir ¡Feliz Año Nuevo! para hacer todos los rituales que tanto me mocionaban, como ponerme dinero en el zapato, incienso de canela, ropa interior que si amarilla para el dinero que si roja para el amor, salir corriendo como desquiciada por toda la calle pa' ver si es chicle y pega... o para ver si es chicle y me voy de viaje ese año...
Porque cada día siento que nomás no llego ni a la próxima semana y siempre esté ya celebrando el último día de tan desatroso año...
Porque el ultimo día del dos cero cero ocho no fue como yo esperaba y aún así terminé durmiendo a las cuatro de la madrugada.
Porque cada día digo que me suicido y que ya no aguanto y siempre estoy repitiendo la misma rutina de siempre, empezando por el molesto sonido del aparato despertador que grita ¡ya son las cinco diez de la mañana, levántateeeeee! y termino apagándolo para que a las cinco cuarenta de la mañana esté otra vez ahi gritando ¡lero lero, ya se te hizo tarde y no vas a llegar!
Tengo un alma de bruja escondida por ahí, que a diario insiste en salir y acabar con todo lo que no le gusta, pero al momento de intentarlo se contrae para simplemente decir: no, todavía no es el momento adecuado, esperaré un poco más.
Porque a diario veo la luna, excepto los días en que no está y siempre me dan ganas de robármela aunque sea un ratito, para verla más de cerca y a ver si le dan ganas de quedarse conmigo...
Porque dentro de mis propósitos de año nuevo hay unos que sé que tal vez no cumpliré...
Dentro de unos días me haré o mas vieja o más joven o más sabia, aunque todavía haya cosas que no sé...
Que tal vez celebre mi cumpleaños o tal vez no, porque tal vez esté más feliz o más deprimida ese día.
Sigo tirando piedritas donde las ondas del agua van y sigo sin saber la verdad. Que si me persigue la mala suerte una estrella azul lleve en mi frente... La sigo portando y nomás no me ha ido mejor.
Porque yo no dejo ir las cosas, tengo memoria y la memoria lo guarda todo... "No olvida quien finge olvido sino quien puede olvidar". A mi me ayudan mis recuerdos "para eso está la memoria que se abre de par en par en busca de algún lugar que devuelva lo perdido..." Yo no me desprendo de las cosas; al revés, soy un rompecabezas, voy añadiendo pieza por pieza a mi vida y no me desprendo de ninguna. Sin embargo, no las viviría de nuevo.
Porque ya es la un veintiseis pe eme y sigo sin saber escrbir todo lo que quiero.
Porque ya es la una veintisiente y sigo sin poder terminar un ensayo sobre algún misterio que me llame la atención.
Porque las palabras nunca se agotan y ya pasó un minuto más o menos de mi vida y no pensé en nada que fuera lo suficiente importante como para que tuviera que pensar en ello.
Porque me le quedé viendo a un cantante en la tele que no me gusta para nada, ninguno de los dos.
Y me he dado cuenta de que cuando no haces nada el tiempo corre más rápido, o más lento, depende de lo que estés haciendo, si es nada o no es mucho.
Que la cocina me está esperando para que cocine algo que no sea lo de siempre, así solo por que sí se me ocurrió no cocinar nada que no fuera lo que siempre cocino... y si mejor compro algo que ya esté hecho y me lo como de un sólo bocado para que los bocadillos que no me pertenecen y que no han sido cocinados sean para alguien más ¿?...
Ya es la una t r e i n t a y n u e v e .. y sigo sin saber que es lo que quiero.
Y sí, dentro de ocho días cumpliré unos años, de los 84 o más que me faltan...
Porque ya son diez para las dos y sigo llorando porque estoy estresada...
Porque ahora son diez para las tres y estoy más calmada...
Porque son las tres uno, se acabó.

©Tania Manriquez