Vamos juntos...

martes, 14 de abril de 2009

Oficio benficio

El día en que me preguntaron a qué me dedicaba
no supe qué responder.

Ahora lo sé, y para que no te quedes con la duda
te digo que mi oficio consiste en pensar,
pero sólo por las noches...
recostada sobre mi cama-jardín
mirando las galaxias que se forman sobre la nuestra.


No suelen pagar muy bien este trabajo
y mira que deberían...
pero eso no importa
porque siempre lo disfruto al máximo
aunque al pensar me duela el alma
[ insportablemente
porque me hace recordar para después
[ aunque no quiera ]
caer en la cuenta de que tengo que olvidar.


Además en las noches es cuando me llega la inspiración
y mientras Morfeo intenta venir a mi encuentro
trato de pensar en lo que me gustaría que fuera
porque cada momento que aparece en el calendario
me recuerda:
lo que es, siempre será, aunque nunca haya sido


Ayer por la noche un no sé quién me preguntó en qué pensaba
no supe si el no sé quién o yo
pero como no sé quién se quedó callado
decidí hablar
y le dije que lo que pensaba era lo que decía
[ o escribía ]
y me dijo que estaba bien,
porque después de analizar mis resultados
[ no sé cuáles ]
me dijo que se percató de que
lo que al escribir plasmaba
y lo que plasmaba al pensar
no era otra cosa mas que mi alma.


Supongo que es verdad todo aquello
porque hay veces que pienso y escribo con los ojos cerrados
y al abrirlos me encuentro con que todo está en blanco
y sé que obviamente la que escribe no soy yo
sino mi corazón

No sólo por ver todo en blanco es que me doy cuenta
de que mi corazón es el que escribe o piensa,
también me doy cuenta porque al terminar
de escribir o de pensar
me siento más ligera
podría decirse que 15 g. ligeramente
porque se supone que ese es el peso del alma
y no es que mi alma se vaya a pasear
es solo que se libera de tantas cargas
por eso se libera y se libera
porque le encanta ser libre
libre como el mar

Pero volviendo a mi oficio, sinceramente,
la verdad es que es muy pesado
no te creas, hay veces en las que pensar no es tan sano...
si te contara las tantas veces que por las noches he llorado
me creerías,
pero como no estamos hablando de mis penas sino de mi trabajo
te podré contar un poco más de él.

Mis jornadas son de ocho horas como mínimo
porque según las horas ese es el tiempo de una persona
hay veces en las que de tanto pensar termino cansada
y en lugar de ocho horas me tomo unas dos o tres más.
Si, la verdad tal vez no es lo mejor para mi cuerpo
pero son tantas las cosas que tengo que pensar
que hay veces en las que no me alcanza el tiempo.

Sinceramente no me gustaría renunciar a mi trabajo,
esto es lo último que te puedo decir,
ahora tengo que ir al encuentro de mis manos
y también de mis pensamientos
porque ya es hora de ir a trabajar
porque ya es hora de pensar
pensar poco en muchas cosas
y pensar mucho en otras pocas


Cuando quieras puedes venir a visitarme
pero recuerda venir de noche
aunque no creo que sea muy necesario,
porque esta noche no hare nada más
esta noche no haré otra cosa
que pensar y pensar en una persona
una persona que se parece mucho a ti...


©Tania Manriquez

1 comentario:

FENIX dijo...

hola !
nuevo por acá
me identifiqué de inmediato contigo ya que trato de emularte y escribir con el corazón.

un saludo cordial.