Ab imo pectore
Cuando una persona sabe que está siendo devorada por una mentira lo primero que piensa es: tengo que salir de aquí ya.
Pero la mentira en un principio se ve bien, es tentadora, coquetea contigo, incluso sabe bien; es como una jugosa fruta, es dulce y está llena de placer.
Luego llega un momento en que esa gustosa mentira deja de serlo y se convierte en un juego en el que uno de los dos jugadores (o más) terminará perdiendo no solo la partida sino también el corazón.
Habrán sentimientos encontrados, frustración, lamentos, lágrimas...
Este es el precio que pagan aquellos que le apuestan a lo desconocido, quedarán hechos pedazos ambos: jugador-corazón, partida perdida, juego terminado.
Imposible llegar a un empate en el que ambos bandos sufran o gocen por igual.
No hay arrepentimiento, sólo nostalgia por todo aquello que pudo haber sido y no será.
Todo fue un juego complicado pero juego al fin...
Siempre he sabido perder.
Si señores, esto es Jaque Mate...
Empieza el segundo acto, the show must go on.
©Tania Manriquez
2 comentarios:
Un espacio lleno de... verdad y belleza. Me gusta muchísimo, hay mucho talento en él.
Hola Tania. Estoy mirando tu blog..Se ve bien...sigo mirando y te cuento ;)
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