Presumiendo su gran blancura y sus infinitas pecas, se paseaba orgullosa por todo el manto estelar.
A altas horas de la madrugada estaba ella pensativa, meditabunda... hasta que una bruja que pasaba por allí de casualidad se dignó a saludarla:
-Hola Luna, hace mucho que no pasaba por aquí y sin embargo estás igual que como te recordaba: arrugada, vieja, gorda y con millones de canas sobre ti. ¿Por qué estás tan sola esta noche?-
-Ah, eres tú bruja... hola. Respecto a mi aspecto físico no hay mucho que decir... y estoy sola porque al parecer todos pensaron que sería muy divertido irse por allí, de fiesta. Las estrellas dijeron que sería buenísimo ver la cara de las personas al verlas estallar y caer en una forma totalmente dramática. Son unas presumidas, sólo les gusta hacer eso para que allá abajo todos admiren su belleza y para que les digan lo hermosas que se ven.
Sinceramente no sé por qué lo hacen, si de todas formas no pueden disfrutar al máximo de su espectáculo; siempre acaban muriéndose.-
-¡Ay Luna! ¡No sabes qué pena me da todo esto que te está pasando!-
(Si claro, la verdad es que a la bruja le importaba un comino lo que le pasara a la Luna, pero era una bruja... y disfrutaba con el sufrimiento ajeno.)
-Lo sé, lo sé; el Sol nunca quiere hacerme compañía, se la pasa huyendo de mí. Prefiere ir en busca de nuevas aventuras, al parecer disfruta mucho haciéndole bromas pesadas a la gente anunciando su llegada -siempre triunfal- con inmensos rayos que terminan por despertar a todos... Obviamente eso le parece más entretenido que andar haciéndole compañía a una anciana que no tiene otro tema de conversación que su soledad.-
-¿Y siempre estás sola?-
-No, no siempre. A veces Marte me hace compañía, y nos pasamos horas hablando sobre cómo ha pasado el tiempo, generalmente nos acordamos de cuando el Universo era sólo para los astros y nada más; pero hoy Marte estaba ocupado, al parecer le estaban haciendo unos estudios... Me parece que es grave lo que le pasa, las personas llevan años tratando de averiguar todo lo que puedan acerca de él.-
-Oye Luna, y ¿por qué no te vas?, siendo total y absolutamente sinceras, eres inservible, ya estás vieja, tienes manchas por toda la cara, tu cabellera que antaño era hermosa, ahora no es más que un puñado de cabellitos color blanco... ¿Quieres que continúe?
¿Hace cuánto que las personas no acuden a tu superficie para analizarte?, ¿a caso se han acercado a ti para corroborar que estés bien de salud?, ¿te han tomado la presión?... ¿No verdad?, entonces... ¿Qué haces aquí?...
Entiéndelo de una vez Luna, hace mucho que perdiste tu importancia, ahora Marte es el protagonista del Universo y no se diga de todas las demás cosas que se han descubierto.
Todos estamos esperando un nuevo espectáculo tuyo, y lo único que nos ofreces son unas cuantas manchas más sobre tu cara... ¿Crees que eso es entretenido?
En la actualidad, todo lo que hay en el Universo es más interesante que tú-
La Luna, ya con lágrimas en los ojos y con una voz quebrada gracias al fallido intento de contener el llanto dijo:
-Pero... yo... llevo tanto tiempo aquí... No sé si podría...
Me fascina estar alojada en este lugar. Me encanta observar las actividades que se realizan por las noches a hurtadillas, todo lo que acontece me parece simplemente fantástico. ¿A dónde me iría?. Estoy tan acostumbrada a mi estilo de vida...
-Mira Luna, no sé a dónde podrías irte, pero deberías tomarte un descanso, así darías tiempo a que todas las personas -y las estrellas- te echen aunque sea un poquito de menos.-
La Luna, tan indecisa como siempre, no sabía que hacer. La bruja (que ya no era tan mala) decidió ayudar a la Luna a tomar una buena decisión.
Conforme fue pasando el tiempo, la Luna seguía sintiéndose vieja, deprimida y sobre todo, inútil.
Total que decidió tomar unas vacaciones cada mes, para que así las personas -y Marte, y las estrellas- la extrañaran un poco.
Es por eso que cada determinado tiempo, la Luna decide desaparecer.
Lo que aún no ha sido capaz de comprender es que ella es, en muchas ocasiones, la protagonista de románticas historias, es sabia consejera y acompañante.
Fuente de inspiración para cantantes... musa para los poetas.
Gran amiga que brinda su apoyo todas las noches a todas aquellas personas que suspiran por un amor que se ha ido, por un momento que ya ha pasado y que jamás se volverá a repetir. Recuerdos que nunca serán más que eso; personas que sólo necesitan un momento de tranquilidad, de reflexión...
Personas que necesitan ser escuchadas y que por supuesto, quieran disfrutar de un espectáculo que sólo ella, es capaz de brindar.
©Tania Manriquez