Y el anciano con la misma sabiduría de la que era característico respondió:
En el amor no hay tragedias grandes ni pequeñas. Una tragedia de amor es siempre una tragedia: te remueve, duele, lloras, te lamentas; te cuestionas, juras, maldices, gritas y sobrevives al final.
El amor ES y lo único que cambia en una tragedia es la intensidad con la que manejas tu dolor...
©Tania Manriquez
3 comentarios:
vaya, que texto mas certero!...
es maduro, es interesante... te felicito ehhh :)
tenia muchisimo sin pasar, espero q estes bien...
saluditos señorita :)
Aaaay amiga, si yo hubiese sabido esta verdad en mi juventud, cuanto sufrimiento hubiese evitado...
saludos.
Q bueno, nena.
En febrero viajo por trabajo a DF.
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