Vamos juntos...

domingo, 10 de enero de 2010

Anatomía de un cuerpo humano

I

he descubierto que mis ojos están cansados de llorar
hace ya más de muchos días que no sueltan ni una lágrima
pero eso sí, están hinchados
hinchados como bolas de billar


no sé si es por tantas veces que me he reprimido
pero es que tampoco mi garganta tiene ganas de hablar
sé que tengo algo atorado ahí dentro, muy dentro:
sé que es mi corazón
intentando escapar


él tampoco anda funcionando bien últimamente
yo sólo me doy cuenta en las noches
se quiere salir sigilosamente
para que por la mañana
lo único que yo sienta sea nada
porque algo que bien he aprendido
es que una despedida duele igual que una partida



II

hay veces en las que ya no quiero creer nada
porque a veces es mejor no darse cuenta de la realidad
y es que la verdad es que sí quiero creer mucho
pero ya no sé que tan útil me pueda ser tanta falsedad


no sé si quiero pensar que te has ido
no se si me quiero ir y así dejar de pensarte
no sé muchas cosas de mi vida
y es por eso que voy hacia ningún lado
porque algo que tampoco sé
es hacia dónde voy



III

tengo una casa a la orilla del mar
me encantaría poder decirte estas palabras
pero una noche comencé a no sentirme mal
[en realidad no sentía nada]
y eso me preocupó
supe con certeza que algo no estaba bien
y así era...
lo vi con sus maletas en la puerta
se marchó


eso no tiene nada que ver con mis cuerdas vocales
pero en cuanto lo vi partir decidí dejar de hablar
creo que tomé la decisión correcta
porque sino, en ese instante,
las lágrimas comenzarían a brotar de nuevo
y mi voz [ahogada en llanto]
intentaría emitir un sonido
[silencioso]
para que te quedaras


eso fue la realidad de lo que pasó
pero como ya no creo nada
no sé si es verdad o no lo que te estoy contando



IV

por las noches duermo con un caracol en mi mano
y en mis oídos
necesito sentirme viva
escuchar un latido
uno que no sea el mío
uno que tenga ritmo,
uno que vaya al compás de mis sueños
que aunque la muerte llegue siga latiendo
necesito tu latido
el latido del mar


yo si era amiga de ellos
no sé si ellos lo eran de mí
nunca sabré la verdad de las cosas que pasan
actualmente pierdo noción de los hechos
me cuesta diferenciar el sueño de la realidad
y por eso no sé si estoy escribiendo esto
o sólo estoy pensando que lo escribo



V

mis manos se mueven al compás de una música que no está sonando
cual director de orquesta sinfónica
mi índice indica los ritmos que no van a tono con los demás
pero es que se me hizo costumbre
marcar el ritmo, los pasos del tiempo que me queda


mientras suena la música que no se mueve
yo juego con mis piernas
largas tan largas
que puedo tocar una estrella
con solo levantarlas


aunque esto podría ser una ventaja
la verdad es que no
ya no quepo en la cama donde antes cabía
por tanto ya no duermo
por tanto ya no sueño...



VI

ayer me encontré a un viejito en la arena
estaba caminando sobre la playa
me entregó un cofre, chiquito, muy lindo
y me dijo que no lo abriera
hasta la próxima luna llena


así fue que abrí mi cofrecito
dentro según yo no había nada
hasta que vi aquella nota
que dulcemente rimaba:


el amor de tu vida encontrarás
sólo si estos polvos ingieres con agua
pero no con agua de manantial
no con agua del caudal
sólo con agua de mar
sólo con agua de mar


entonces ingerí aquellos polvos
que causaron en mi un gran daño
comenzaron a destrozar cualquier cosa a su paso
hasta formar algo que hace mucho no veía:
un corazón


poco de la nota me quedaba por leer
y la verdad es que no decía mucho
lo único que decía era que
cuando llegara el momento
yo también debía de dar un poco de aquellos polvos
a alguien más


aunque al principio me costó entenderlo
después de un tiempo comprendí
que para poder vivir en esta vida
debes de entregar un poco
o sino es que todo lo que vale la pena poseer



VII

por la mañana me levanté y contemplé el mar
un cangrejo se postraba a mi lado
no sé si ellos amen alguna vez en su vida
pero pensé en darle mi corazón al crustáceo


después de mucho tiempo de estar sin un corazón
había olvidado cómo se sentía
cómo se vivía
porque la vida con y sin corazón no es la misma
cada una tiene sus detalles
sus mañas
sus costumbres
y por eso yo comencé a crearme las mías
que si bien no eran las mejores
me hacían sentir medianamente viva


volviendo a la vida con corazón
comencé a recordar mis viejos dolores
mis viejos consejos
mis viejos anhelos
mis mejores momentos


VIII

dormida tuve un sueño que apenas puedo recordar
pero recuerdo que un anciano me dijo que ya era el momento
también soñé con un árbol que gritaba
con el viento viejo sabio que soplaba...



IX

Una noche me preguntaste qué es lo que pasaba por mi cabeza
esa noche yo no te pude contestar
estaba pensando en cómo te lo iba a explicar
¿y el amor?
no sé dónde ha quedado porque está guardado en el corazón
te recuerdo que mi corazón lo tienes tú
aunque él ya no esté conmigo y tú tampoco
me alegra saber que no me iré a la tumba con ese preciado tesoro
cuando encuentres a alguien los suficientemente apropiado para mí , dáselo
y dile que es de una mujer que tiene ganas de amar
pero que por problemas de fuerza mayor esa mujer se tuvo que marchar
lejos, muy lejos
no le expliques nada, ni el por qué
sólo dile que lo cuide bien.



X

Una noche me preguntaste qué es lo que pasa por mi cabeza
y aunque esa noche te enfadaste porque no lo supe explicar
yo ahora te digo, no demasiado tarde
que esto
precisamente esto
es lo que pasa no sólo por mi cabeza
también por mi corazón...



©Tania Manriquez

2 comentarios:

jorgeemeendoza dijo...

Me gusta como escribes ;D /

FENIX dijo...

Bien, a seguir escribiendo con el corazón.

un saludo cordial.