Vamos juntos...

sábado, 30 de enero de 2010

Círculo

Ayer jugaba el mundo como un gato en tu falda;
hoy te lame las finas botitas de paloma;
tienes el corazón poblado de cigarras,
y un parecido a muertas vihuelas desveladas,
gran melancólica.

Posiblemente quepa todo el mar en tus ojos
y quepa todo el sol en tu actitud de acuario;
como un perro amarillo te siguen los otoños,
y, ceñida de dioses fluviales y astronómicos,
eres la eternidad en la gota de espanto.

Tu ilusión se parece a una ciudad antigua,
a las caobas llenas de aroma entristecido,
a las piedras eternas ya las niñas heridas;
un pájaro de agosto se ahoga en tus pupilas,
y, como un traje obscuro, se te cae el delirio.

Seria como una espada, tienes la gran dulzura
de los viejos y tiernos sonetos del crepúsculo;
tu dignidad pueril arde como las frutas;
tus cantos se parecen a una gran jarra obscura
que se volcase arriba del ideal del mundo.

Tal como las semillas, te desgarraste en hijos,
y, lo mismo que un sueño que se multiplicara,
la carne dolorosa se te llenó de niños;
mujercita de invierno, nublada de suspiros,
la tristeza del sexo te muerde la palabra.

Todo el siglo te envuelve como una echarpe de oro;
y, desde la verdad lluviosa de mi enigma,
entonas la tonada de los últimos novios;
tu arrobamiento errante canta en los matrimonios,
cual una alondra de humo, con las alas ardidas.

Enterrada en los cubos sellados de la angustia,
como Dios en la negra botella de los cielos,
nieta de hombres, nacida en pueblos de locura,
a tu gran flor herida la acuestas en mi angustia,
debajo de mis sienes aradas de silencio.

Asocio tu figura a las hembras hebreas,
y te veo, mordida de aceites y ciudades,
escribir la amargura de las tierras morenas
en la táctica azul de la gran danza horrenda
con la cuchilla rosa del pie inabordable.

Niña de las historias melancólicas, niña,
niña de las novelas, niña de las tonadas,
tienes un gesto inmóvil de estampa de provincia
en el agua de asombro de la cara perdida
y en los serios cabellos goteados de dramas.

Estás sobre mi vida de piedra y hierro ardiente,
como la eternidad encima de los muertos,
recuerdo que viniste y has existido siempre,
mujer, mi mujer mía, conjunto de mujeres,
toda la especie humana se lamenta en tus huesos.

Llenas la tierra entera, como un viento rodante,
y tus cabellos huelen a tonada oceánica;
naranjo de los pueblos terrosos y joviales,
tienes la soledad llena de soledades,
y tu corazón tiene la forma de una lágrima.

Semejante a un rebaño de nubes, arrastrando
la cola inmensa y turbia de lo desconocido
tu alma enorme rebasa tus hechos y tus cantos,
y es lo mismo que un viento terrible y milenario
encadenado a una matita de suspiros.

Te pareces a esas cántaras populares,
tan graciosas y tan modestas de costumbres;
tu aristocracia inmóvil huele a yuyos rurales,
muchacha del país, florida de velámenes,
y la greda morena, triste de aves azules.

Derivas de mineros y de conquistadores,
ancha y violenta gente llevó tu sangre extraña,
y tu abuelo, Domingo Sánderson fue un HOMBRE;
yo los miro y los veo cruzando el horizonte
con tu actitud futura encima de la espalda.

Eres la permanencia de las cosas profundas
y la amada geografía llenando el Occidente;
tus labios y tus pechos son un panal de angustia,
y tu vientre maduro es un racimo de uvas
colgado del parrón colosal de la muerte.

Ay, amiga, mi amiga, tan amiga mi amiga,
cariñosa, lo mismo que el pan del hombre pobre;
naciste tú llorando y sollozó la vida;
yo te comparo a una cadena de fatigas
hecha para amarrar estrellas en desorden.

Zig-Zag 1925

Pablo de Rokha

miércoles, 27 de enero de 2010

Oscilaciones

¡Magia!
Conciertos enteros de pájaros en el silencio
y corren por el viento hadas con instrumentos.
Nubes de sueños en el cielo
alas carcomidas por el tiempo
miradas cazando a los amores futuros
corazones llorando libertad
ansia sentimental: ¡amor!
Dulces y ligeros sueños
noche mágica, elixir de la vida.
Alexitimia que corrompe nuestra vulnerable humanidad
recuerdos llevados por la corriente submarina.
Tras el telón: la tela del rojo y la suma de las letras
el Aleph por primera vez visto fuera de la escalera.
El eclipse parece durar todas las vueltas del reloj;
la hora exacta es mi favorita.
Sueños de durmientes esperanzados
y la tristeza contenida al afirmar que no vuelves más...

©Tania Manriquez

domingo, 17 de enero de 2010

Tragedias

-Estoy pasando por la tragedia de amor más grande del mundo- se le escuchó decir.
Y el anciano con la misma sabiduría de la que era característico respondió:
En el amor no hay tragedias grandes ni pequeñas. Una tragedia de amor es siempre una tragedia: te remueve, duele, lloras, te lamentas; te cuestionas, juras, maldices, gritas y sobrevives al final.
El amor ES y lo único que cambia en una tragedia es la intensidad con la que manejas tu dolor...

©Tania Manriquez

sábado, 16 de enero de 2010

Puede que pueda

Recuerdos, fotos, palabras y creo que nunca te conocí bien. Luego me pregunto: ¿te aprenderé de verdad alguna vez? A lo mejor. Dicen que uno conoce a las personas la primera vez y luego uno solo sigue tomando impresiones para ajustarlas al momento y a nuestro historial de conductas, si se pudiera que algún día me dejaras saberte mejor.
Tiempo y espacio, espacio y tiempo pudiera ser...

Fernando Delgadillo

domingo, 10 de enero de 2010

Anatomía de un cuerpo humano

I

he descubierto que mis ojos están cansados de llorar
hace ya más de muchos días que no sueltan ni una lágrima
pero eso sí, están hinchados
hinchados como bolas de billar


no sé si es por tantas veces que me he reprimido
pero es que tampoco mi garganta tiene ganas de hablar
sé que tengo algo atorado ahí dentro, muy dentro:
sé que es mi corazón
intentando escapar


él tampoco anda funcionando bien últimamente
yo sólo me doy cuenta en las noches
se quiere salir sigilosamente
para que por la mañana
lo único que yo sienta sea nada
porque algo que bien he aprendido
es que una despedida duele igual que una partida



II

hay veces en las que ya no quiero creer nada
porque a veces es mejor no darse cuenta de la realidad
y es que la verdad es que sí quiero creer mucho
pero ya no sé que tan útil me pueda ser tanta falsedad


no sé si quiero pensar que te has ido
no se si me quiero ir y así dejar de pensarte
no sé muchas cosas de mi vida
y es por eso que voy hacia ningún lado
porque algo que tampoco sé
es hacia dónde voy



III

tengo una casa a la orilla del mar
me encantaría poder decirte estas palabras
pero una noche comencé a no sentirme mal
[en realidad no sentía nada]
y eso me preocupó
supe con certeza que algo no estaba bien
y así era...
lo vi con sus maletas en la puerta
se marchó


eso no tiene nada que ver con mis cuerdas vocales
pero en cuanto lo vi partir decidí dejar de hablar
creo que tomé la decisión correcta
porque sino, en ese instante,
las lágrimas comenzarían a brotar de nuevo
y mi voz [ahogada en llanto]
intentaría emitir un sonido
[silencioso]
para que te quedaras


eso fue la realidad de lo que pasó
pero como ya no creo nada
no sé si es verdad o no lo que te estoy contando



IV

por las noches duermo con un caracol en mi mano
y en mis oídos
necesito sentirme viva
escuchar un latido
uno que no sea el mío
uno que tenga ritmo,
uno que vaya al compás de mis sueños
que aunque la muerte llegue siga latiendo
necesito tu latido
el latido del mar


yo si era amiga de ellos
no sé si ellos lo eran de mí
nunca sabré la verdad de las cosas que pasan
actualmente pierdo noción de los hechos
me cuesta diferenciar el sueño de la realidad
y por eso no sé si estoy escribiendo esto
o sólo estoy pensando que lo escribo



V

mis manos se mueven al compás de una música que no está sonando
cual director de orquesta sinfónica
mi índice indica los ritmos que no van a tono con los demás
pero es que se me hizo costumbre
marcar el ritmo, los pasos del tiempo que me queda


mientras suena la música que no se mueve
yo juego con mis piernas
largas tan largas
que puedo tocar una estrella
con solo levantarlas


aunque esto podría ser una ventaja
la verdad es que no
ya no quepo en la cama donde antes cabía
por tanto ya no duermo
por tanto ya no sueño...



VI

ayer me encontré a un viejito en la arena
estaba caminando sobre la playa
me entregó un cofre, chiquito, muy lindo
y me dijo que no lo abriera
hasta la próxima luna llena


así fue que abrí mi cofrecito
dentro según yo no había nada
hasta que vi aquella nota
que dulcemente rimaba:


el amor de tu vida encontrarás
sólo si estos polvos ingieres con agua
pero no con agua de manantial
no con agua del caudal
sólo con agua de mar
sólo con agua de mar


entonces ingerí aquellos polvos
que causaron en mi un gran daño
comenzaron a destrozar cualquier cosa a su paso
hasta formar algo que hace mucho no veía:
un corazón


poco de la nota me quedaba por leer
y la verdad es que no decía mucho
lo único que decía era que
cuando llegara el momento
yo también debía de dar un poco de aquellos polvos
a alguien más


aunque al principio me costó entenderlo
después de un tiempo comprendí
que para poder vivir en esta vida
debes de entregar un poco
o sino es que todo lo que vale la pena poseer



VII

por la mañana me levanté y contemplé el mar
un cangrejo se postraba a mi lado
no sé si ellos amen alguna vez en su vida
pero pensé en darle mi corazón al crustáceo


después de mucho tiempo de estar sin un corazón
había olvidado cómo se sentía
cómo se vivía
porque la vida con y sin corazón no es la misma
cada una tiene sus detalles
sus mañas
sus costumbres
y por eso yo comencé a crearme las mías
que si bien no eran las mejores
me hacían sentir medianamente viva


volviendo a la vida con corazón
comencé a recordar mis viejos dolores
mis viejos consejos
mis viejos anhelos
mis mejores momentos


VIII

dormida tuve un sueño que apenas puedo recordar
pero recuerdo que un anciano me dijo que ya era el momento
también soñé con un árbol que gritaba
con el viento viejo sabio que soplaba...



IX

Una noche me preguntaste qué es lo que pasaba por mi cabeza
esa noche yo no te pude contestar
estaba pensando en cómo te lo iba a explicar
¿y el amor?
no sé dónde ha quedado porque está guardado en el corazón
te recuerdo que mi corazón lo tienes tú
aunque él ya no esté conmigo y tú tampoco
me alegra saber que no me iré a la tumba con ese preciado tesoro
cuando encuentres a alguien los suficientemente apropiado para mí , dáselo
y dile que es de una mujer que tiene ganas de amar
pero que por problemas de fuerza mayor esa mujer se tuvo que marchar
lejos, muy lejos
no le expliques nada, ni el por qué
sólo dile que lo cuide bien.



X

Una noche me preguntaste qué es lo que pasa por mi cabeza
y aunque esa noche te enfadaste porque no lo supe explicar
yo ahora te digo, no demasiado tarde
que esto
precisamente esto
es lo que pasa no sólo por mi cabeza
también por mi corazón...



©Tania Manriquez

jueves, 7 de enero de 2010

Sensatez

Márchate ya, justo ahora y para siempre.
Dame tiempo para extrañarte, necesitarte y sobre todo: valorarte.
Regresemos el tiempo y detengámoslo en el momento preciso: cuando dije todas aquellas palabras que, aunque sinceras, lastimeras e impulsadas por una carga emocional que difícilmente pude controlar.
Discúlpame por haberte arruinado una fecha tan especial... como tu cumpleaños.

©Tania Manriquez

martes, 5 de enero de 2010

Él

¿En dónde estás?, ¿en dónde te has metido?.
Me preocupa lo que puedas estar haciendo a estas horas.
Podrías estar con ellas, con ella, con él.
Conmigo.

Estarás durmiendo, soñando, volando.
Buscando un rincón en el cual poder olvidarte u olvidarme;
o en un caso tan especial como este: olvidándote de ambos.

La noche me resulta insoportable.
Yo también estoy buscando un rincón, necesito recordar.
Me haces falta, me escucho decir.
Recuerdos aparecen
Me seducen
Se abre el pecho
El corazón sale
Rueda y cae
Se rompe.

Cierro los ojos y me pierdo, es tarde.
Pensamientos invaden.
Se encienden las luces, cae el telón.
Termina la obra, desapareces.
Sueño.

Amanece lentamente, desempolvo.
Estarás con ellas, con ella, con él.
Lo dudo.
Eres como yo y sólo por eso, no estarás con alguien
sino solo, contigo.
Esperando.


©Tania Manriquez