Estaré esperando a que me llames
una noche que también sea día
sólo para surcar cielos como locos
cruzando no palabras sino gestos con seres extraños
que nos encadenan al universo con lazos de materia infinita
[como los sueños]
para que vistan nuestro pasado en telas de presente.
La luna está metida en una lata de conservas
cuando tengas hambre de eternindad y sientas morir de inanición ábrela
y sírvela fría con sal al gusto
devórala con los ojos en un sólo bocado
pero degústala, saboréala y disfruta
nunca se tiene demasiada eternidad para quedar satisfechos.
Cuando la noche sea día y los astros inmortales
lleguen a una tregua final
comenzaré escribir rutinaria
porque conozco el miedo de algún día olvidarnos
y tengo la necesidad de poder leernos con los años.
Mantén tus dos lechuzas dilatadas y abiertas
es la única manera de abrazar
toda la hermosura del mundo.
Vamos a fundirnos en secreto
mientras las almas se van encontrando a sí mismas
a veces las cosas más hermosas suceden en silencio.
Donde rompen los sueños comienza la realidad
son tiempos difíciles para lo soñadores
necesito que vengas y me duermas
porque en este estado de vigilia tan permanente
no me quedan muchas ganas de mantenerme despierta tanto tiempo.
©Tania Manriquez
1 comentario:
Hola!
Tienes una poética degustable. Persevera. Un placer leerte.
Saludos...
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