Dos de la noche en cualquier lugar del mundo. Te miras a los ojos por última vez y te preguntas: ¿Cómo pasó? ¿Dónde? ¿Cuándo?
De pronto te das cuenta que es así... La vida.
Estuviste preocupándote demasiado por cosas sin sentido y finalmente pasó.
No aprovechaste el tiempo restante para percatarte de que que se te estaba acabando. Ahora ahí estás tú: mirándote a los ojos por última vez.
Esperando.